viernes, 22 de mayo de 2015

Tres preguntas a César Bedón




¿Qué libro has leído recientemente? ¿Qué te pareció?

Consumo arte indiscriminadamente y en desorden: desde hace años no me hago problemas en dejar libros o películas a la mitad, y ha sido una liberación. La semana pasada terminé de leer “Un hombre enamorado”, que es el segundo tomo de la autobiografía del escritor noruego de moda, Karl Ove Knausgård (publicada bajo un título atrevido, “Mi lucha”). Knausgård hizo noticia porque llevó a la literatura buena parte de su propia vida, metiendo entre las 3,500 páginas de su proyecto a su esposa, sus hijas, sus amigos y su familia. Parte del revuelo causado por los libros tiene que ver con el chisme: quiénes se enemistaron con él tras la publicación, etc.
Maupassant decía “Es imposible sentirse cómodo con un novelista. Imposible estar seguro de que un día no te meterá en la cama, completamente desnudo, entre las páginas de un libro”.
El proyecto literario de Knausgård es irregular y extraordinario; un ambicioso ejercicio de memoria y observación. De hecho, me parece que estos dos primeros libros alcanzan momentos magistrales, momentos –escenas enteras– de verdad. También hay ripio. Pero me parece que su mirada tiene pureza. Las últimas 100 páginas del primer libro tienen como imagen central al protagonista limpiando una casa hedionda, llena de basura: es la casa de la abuela, donde ha muerto el padre. Estas páginas pertenecen, siento yo, a lo más alto de la literatura universal.

Cuéntanos sobre una idea o imagen recurrente en tu vida.

Siento que las moscas han sido importantes en mi vida. Siempre me han repugnado (y la repugnancia es uno de los modos de la fascinación). En uno de mis recuerdos más tempranos estoy, quizás a los tres años, intentando aplastar moscas con la mano. Estas moscas se lanzaban una y otra vez contra los paneles de vidrio de una puerta que daba a un patio, y hacían un sonido al golpearse. Una vez me quedé con una mosca muerta en la mano.
Las moscas son negras y vuelan, y si uno observa con atención descubre que al volar marcan puntos en el aire, pequeñas paradas en las que se detienen una fracción de segundo: luego cambian de rumbo. Alguna vez me he preguntado si no hay un componente de juego en el vuelo ondulante y un tanto neurótico de las moscas, especialmente cuando se encuentran en grupo.
Puede que la fijación con las moscas esté relacionado con el amor por lo pequeño (las polillas han sido otro de mis objetos de fascinación). A su vez, es posible que el amor por lo pequeño esté relacionado con una fijación con la infancia. En mi libro “un sol que en invierno” hay dibujos de moscas, e incluso hay textos mencionándolas: en uno de ellos hablo de mi madre blandiendo un matamoscas azul, orgullosa de su habilidad para matar. Saturna Lima, la línea de ropa que he desarrollado con mi novia, tiene también diseños con moscas, y pienso que están de puta madre.

¿A qué personaje entrevistarías? ¿Cuál sería la pregunta que te gustaría hacerle de todas maneras?

Me gustaría entrevistar a Björk. De hecho, algún día me gustaría colaborar con ella. No se me ocurre una pregunta específica para hacerle; en todo caso, trataría de entender su proceso creativo: me parece que en ella hay una sobrenatural ausencia de miedo a la equivocación. Encuentro admirable eso. Le preguntaría, en todo caso, ¿te sirve la música que tú misma haces?





César Bedón

Artista y productor. Recibió la beca internacional Unesco-Aschberg para escritores, que se da una vez al año a una persona en el mundo, con la cual pudo pasar una temporada en Nueva Delhi, India. Fue editor de cultura de la revista Velaverde en la primera mitad del 2013, conductor en RPP y Radio Capital. Publicó el libro "Un sol que en invierno" (Borrador Editores, 2008). Actualmente dirige la plataforma de arte Machucabotones, junto con Leslie Guevara.


* Fotografía, Leslie Guevara

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