domingo, 4 de octubre de 2015

Tres preguntas a Diego Trelles Paz



¿Qué has leído  o visto recientemente? ¿Qué te pareció?
  
Volví a leer 76 y Los topos del autor argentino Félix Bruzzone. Ambas, obras mayores de un joven escritor que se atrevió a abordar el tema de los desaparecidos desde la perspectiva de los hijos (los padres de Bruzzone fueron desaparecidos el mismo año de su nacimiento por la dictadura militar) como nadie lo había hecho antes. Más que el consabido discurso de los derechos humanos al que se ha solido apelar en esta narrativa, hay, en ambas obras, pero más en Los topos, una reivindicación de la creatividad dolorosa, así la llamaré.  Otra relectura: El fiord de Oswaldo Lamborghini, también argentino. Es una obra que no va a caducar nunca. Por momentos es incomprensible sin dejar de ser poderosa en su forma de pesadilla.  Ya nadie va a escribir algo así. O si lo hace, no lo publicarán, lo cual es triste. Al cine fui a ver Dheepan de Jacques Audiard, que ganó recientemente la Palma de Oro en Cannes. Soy muy fan de lo que hace Audiard y esta película me parece que es una de sus mejores (aunque sigo siendo devoto de Un Prophet).  

Coméntanos sobre una idea o imagen recurrente en tu vida.

       La muerte es una imagen recurrente. Siempre se presenta de formas distintas. No siempre da miedo.

     ¿A qué personaje entrevistarías? ¿Qué le preguntarías?

A Jean-Luc Godard. Le preguntaría por Truffaut y por Rohmer y por Hitchcock. 


Diego Trelles Paz (Lima, 1977)

Estudio cine y periodismo en la Universidad de Lima. Es doctor en literatura hispanoamericana por la Universidad de Texas, en Austin. Ha publicado el libro de cuentos Hudson el redentor, las novelas El Círculo de los escritores asesinos y Bioy, con la que ganó el Premio Francisco Casavella 2012 y fue finalista del Premio Rómulo Gallegos. Su última publicación es el libro de cuentos Adormecer a los felices (2015). Actualmente vive en Francia.


Foto: Alessandro Pucci


sábado, 3 de octubre de 2015

Girl Rissing: Entrevista a Marie Arana y Senna Ochochoque


Girl Rising es una organización internacional que defiende y promueve la educación escolar de las niñas en condiciones adversas. Como parte de su estrategia de sensibilización produjeron un documental (2013) dirigido por el cineasta nominado al Oscar, Richard E. Robbins, en el cual se narran nueve historias de niñas de distintos países que luchan por ejercer su derecho a la educación, rompiendo barreras y superando limitaciones. La historia de cada una es contada por destacados escritores naturales del lugar del que ellas proceden. En el Perú fue la escritora Marie Arana quien tomó la historia de Senna Ochochoque, una niña de La Rinconada, Puno, que por entonces tenía 14 años y una vida para no creer. 


Senna empezó a trabajar a los 4 años, y en los más recientes el trabajo se volvió más duro por la presión de comprar los medicamentos de su padre enfermo debido a los químicos tóxicos de la mina donde laboraba. Él terminó por fallecer a los 50 años, pero Senna no se detendría, encontró refugio en lo que más le apasionaba: la poesía. Le encantaba escribir y recitar; los versos de Los Heraldos Negros, poema del gran César Vallejo traducía su tristeza, pero la a vez la sanaba y le daba la energía que necesitaba para seguir. Cosas del arte, que ya la estaba preparando para algo mejor. Es así que conoce a la organización y a Marie Arana, la encargada de transmitir su historia al mundo, con quien comparte hoy una sincera amistad. 


La Nave Revista conversó con ambas, y el resultado de nuestro encuentro lo pueden ver a continuación: